viernes, 12 de octubre de 2007

Complejidad microbiológica dificulta identificación de males afectan Lascaux.

El Ministerio francés de Cultura informó hoy de que "la identificación biológica de los microorganismos causantes" de mohos, bacterias y manchas negras en la gruta prehistórica de Lascaux se revela "particularmente larga y compleja".
El principal agente causante de los daños detectados a finales del 2001 en las cuevas de Lascaux, el 'Fusarium solani' que producía moho blanco, fue ya identificado en el 2002 y ha sido prácticamente erradicado, pero persiste otro mal, las "manchas negras".
Por ello "los mejores especialistas de Alemania, España e Italia" están estudiando el problema, indicó el Ministerio en un comunicado que responde, según reconoce, "a la publicación de un artículo en el diario Sud Ouest titulado 'Esas manchas negras que inquietan'".
El tercer periodista que desde el 2001 ha obtenido permiso para penetrar en este templo del arte rupestre, al que algunos expertos dan 180 millones de años, contó en el Sud Ouest que unas "extrañas manchas negras se extienden en toda la parte derecha" del lugar.
El Ministerio recalca, al respecto, que las primeras manchas negras fueron detectadas en el 2001 y señaladas en diferentes publicaciones científicas; eran fruto de "un desequilibrio bioclimático" que persiste desde finales de aquel año y que en su conjunto refleja profundos desarreglos antiguos ya conocidos.
El Ministerio resalta, asimismo, que los factores que originaron la crisis microbiológica "son múltiples" y "ninguno puede relacionarse directamente con la aparición brutal de varios
microorganismos, mohos y bacterias".
Tiene que ver también con "un lento calentamiento global del clima local en los últimos 20 años".
El periodista que entró en la cueva explica en su artículo que el conservador regional de los Monumentos Históricos Alain Rieu comunicó a sus colegas del Comité científico, el pasado 23 de
agosto, "que las manchas negras comenzaban a estorbar la lectura de ciertas obras".
Rieu, según el periodista, trató de advertir indirectamente de que, "acaparados" por la lucha contra el Fusarium -que se relaciona con la violenta invasión de moho blanco del 2001- "el ejército de científicos y técnicos que desfila por la gruta con un tiempo de presencia limitado" se había olvidado "de este otro insidioso mal" de las manchas negras.
Esta enfermedad "parece haber alcanzado una siniestra amplitud", pues en los últimos meses han aparecido "colonias" de manchas de una decena de centímetros de diámetro, o incluso más grandes".
El Ministerio precisó que el Laboratorio de Investigación de los Monumentos Históricos, el Centro Nacional italiano de Investigación y el Instituto Nacional de Investigación Agrónoma de Dijon (INRA) impulsan un "programa decisivo de estudio microbiológico".
Buscan en él la relación entre "la diversidad de los microorganismos que se manifiestan en las paredes" y los factores físicos que favorecen su aparición", aunque, reconoció, "la identificación biológica de los microorganismos causantes de estas manifestaciones" se revela "particularmente larga y compleja".
Recordó, asimismo, que la gruta "está bajo vigilancia constante" desde 1963, cuando el entonces ministro de Cultura, André Malraux, hizo que se cerrase al público, dadas las profundas modificaciones de su medio natural provocadas por la afluencia de visitantes desde 1948, cuando se abrió al público.
Fuente: EFE

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