sábado, 11 de septiembre de 2010

Canarias cuenta con unos 2.000 yacimientos arqueológicos inventariados.





Canarias cuenta con unos 2.000 yacimientos arqueológicos inventariados, si bien no tienen todos igual presencia o tamaño, según ha explicado la directora general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Aranzazú Gutiérrez.

Asimismo, el archipiélago cuenta en la actualidad con 68 yacimientos declarados Bien de Interés Cultural de los que 57 son zonas arqueológicas, y 11 han sido declarados por imperativo legal, es decir, grabados o momias que tras simplemente conocerse son declarados BIC.

En cuanto al número de autorizaciones dadas por el Gobierno de Canarias para prospecciones, sondeos, excavaciones, entre otras, se han dado desde 2007 un tota de 160 autorizaciones que además de las propias existentes en las obras públicas incluyen también excavaciones para investigación y demás.

Los proyectos que en materia de arqueología está trabajando la Dirección General de Patrimonio incluyen este años la III campaña en el yacimiento de Fiquineo (Lanzarote), la II campaña en La Montañeta (Moya). Además, según Gutiérrez, se va a comenzar con la restauración de piezas arqueológicas con el Museo de Arqueología de La Palma.

Las investigaciones sobre manifestaciones Líbico Bereber, tras la campaña en El Hierro, prosiguen en Fuerteventura y Lanzarote.

Gutiérrez reconoció que si bien Canarias tiene "una gran riqueza patrimonial", no todas las islas disponen de las correspondientes cartas arqueológicas que es "el instrumento" para conocer cada uno de los yacimientos existentes.

Reconoció, además, que son los municipios a través de los planes generales los que han de contar con dicho inventario --no sólo el arquitectónico-- pero que no todos disponen de una concejalía para este fin, "entonces son los cabildos los que asumen las competencias" y es un trabajo "muy minucioso".

En cuanto a la publicidad o no de los yacimientos, Aranzazú Gutiérrez ha señalado que, en ocasiones es necesario que la gente los conozca para que los proteja y evitar su destrucción.

La directora general de Patrimonio, admitió, además que si bien antes de 1985 no había una "conciencia" para la protección y la investigación de los yacimientos salvo iniciativas como las de Cuscoi en Tenerife o Aquilino Padrón en El Hierro, posteriormente comienza a tomarse conciencia.

Fuente: EUROPA PRESS

El Esquilleu, un dormitorio de hace 50.000 años con vistas a Picos de Europa.




El equipo científico que trabaja desde 1997 en la cueva del Esquilleu, en el desfiladero de La Hermida (Cantabria), ha descubierto el que puede ser el primer 'dormitorio' del que se tienen pruebas en la Península Ibérica: un lecho de hierba de unos 50.000 años de antigüedad dispuesto en torno a una hoguera.
El Esquilleu es una cueva situada sobre el río Deva, en la vía natural de acceso al valle de Liébana y los Picos de Europa desde la costa, que ha estado habitada por el hombre desde hace 70.000 años. Y, aunque sólo se ha excavado en una pequeña parte, se la considera un referente para el estudio de las últimas poblaciones de neandertales en Europa, antes de su misteriosa desaparición.

La revista "Journal of Archeological Science" publicará en su próximo número un artículo -disponible ya en su versión electrónica- sobre uno de los últimos descubrimientos que ha proporcionado esta cueva: pruebas de que, hace entre 53.000 y 39.000 años, los neandertales que vivían en ella acondicionaron parte de la gruta con un lecho de forraje en torno al fuego que reponían periódicamente.

"Esto es lo más cercano que tenemos a una cama en esa época y es muy poco frecuente detectarlo", ha explicado a Efe el catedrático de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid y director de las excavaciones realizadas en los últimos años en El Esquilleu, Javier Baena.

Junto a Dan Cabanes, del Instituto Científico Weizmann de Israel; Carolina Mallol, de la Universidad de La Laguna; e Isabel Expósito, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social; Baena firma un artículo sobre los resultados obtenidos al estudiar los fitolitos (restos microscópicos fosilizados) de plantas herbáceas, madera y corcho hallados en el suelo de la cueva.

La importancia del descubrimiento reside en que pocas veces se han podido obtener pruebas directas de este tipo de lechos vegetales acondicionados por el hombre en las cuevas para hacer más cómoda su vida en ellas, salvo en algunos yacimientos de Israel (Amud y Ohalo), Jordania (Tor Faraj) y Francia (Grotte XVI), "pero no con indicios tan claros como los del Esquilleu", remarca Baena.

El firmante principal del artículo, Dan Cabanes, especialista en este tipo de restos vegetales, sostiene que si no han aparecido pruebas de ese comportamiento en más yacimientos del Paleolítico es por "falta de análisis o por problemas de conservación".

"Quizás si en todas las excavaciones se realizaran este tipo de análisis, veríamos que los neandertales preparaban sus espacios de habitación de una forma sistemática", ha indicado a Efe.

Cabanes resalta lo que el hecho de procurarse un lugar mullido y caliente donde dormir dice de los habitantes de las cuevas en el Paleolítico: "A nivel evolutivo, resulta curioso cómo el preparar un espacio alrededor del fuego para que sea más confortable suena muy 'moderno' y, en este sentido, vemos cómo los últimos neandertales no tenían un comportamiento tan primitivo como pensábamos".

Los autores del artículo valoran especialmente las pistas que aportan descubrimientos como éste sobre el comportamiento del hombre de Neandertal, algo sobre lo que se sabe relativamente poco.

Baena augura además un futuro prometedor para este yacimiento. De hecho, su equipo publicará en breve otro artículo en el que sostienen que en El Esquilleu la presencia de los neandertales se extendió hasta periodos "muy, muy recientes, casi tanto como los de Gibraltar", considerado el último reducto de esta especie humana.

"No todos los colegas estarán de acuerdo, pero en el equipo que trabajamos allí lo tenemos muy claro: estamos hablando de fechas de hace 26.000 o 25.000 años", argumenta.

Para Cabanes, la presencia de los neandertales en lugares como Gibraltar o los Picos de Europa en ese período final "parece indicar que fueron relegados progresivamente por la competencia de los humanos modernos hacia las zonas más meridionales o más altas".

"A pesar de su posición estratégica en el desfiladero de La Hermida, la zona del Esquilleu no era tan rica en recursos como las zonas más bajas de los valles. Es como si los neandertales se hubieran refugiado en las zonas montañosas y menos ricas", apunta.

Fuente: EFE